Las telecos se reinventan: entran en la energía ante la escasa rentabilidad de su negocio tradicional
Vodafone ha sido la última teleco en lanzarse al negocio de la electricidad en España, sumándose a otras iniciativas ya emprendidas por MásMóvil y Telefónica, en lo que parece ser una deriva sin marcha atrás en el sector, que, ante la persistente caída de los ingresos por la guerra de precios, busca diversificarse para fidelizar a sus clientes, muy proclives a cambiar de operador si la oferta de la competencia le permite ahorrar algunos euros al mes.
Se abre así un nuevo paradigma en su modelo de negocio enfocado a cubrir todas las necesidades básicas posibles de los hogares, a los que, aparte de telefonía, internet y televisión, ahora también se les ofrece la posibilidad de contratar la luz, la sanidad privada, las alarmas o la financiación bancaria. «Quieren meterse más en casa de sus clientes con más servicios», subraya Iván San Félix, analista de Renta 4. «El sector tiene muchísima competencia, no hay mercado para todos. Si los márgenes estuvieran expandiéndose, no se meterían en otros negocios», explica.
Esta semana, Vodafone ha decidido crear su propia comercializadora de electricidad y prestará el servicio a sus clientes a través de la Tarifa Luz a partir de otoño, con precios un 25% inferiores a los de sus competidores y energía 100% renovable. MásMóvil puso en marcha en marzo del año pasado su negocio energético con el objetivo de que propiciar un ahorro medio en la factura de 200 euros al año, también con la sostenibilidad como meta al ofrecer energía totalmente verde. Y Telefónica anunció hace apenas tres meses una joint venture al 50% con Repsol para desarrollar el autoconsumo fotovoltaico para dar servicio a clientes particulares, comunidades de vecinos y empresas, tanto pymes como grandes compañías, mediante la instalación de paneles solares.
Cada una de ellas ha optado por una vía para penetrar en este negocio. MásMóvil compró un 54% de la comercializadora de electricidad Lucera Energía, mientras que Telefónica prefirió sellar una alianza estratégica y Vodafone directamente ir en solitario. Incluso operadoras de menor tamaño como la catalana Parlem Telecom se han adentrado en este segmento mediante la compra del 100% de la compañía gerundense de energía sostenible Ecolium Energía, con la intención de instalar placas fotovoltaicas y, posteriormente, comercializar energía renovable.
Todas ellas se enfrentan a un mercado que se ha vuelto aún más complejo en el contexto actual marcado por el conflicto de Ucrania, que ha provocado subidas históricas en el precio de la luz. «Habrá que ver la evolución de esos negocios con el tiempo», advierte San Félix, que señala que «seguramente, ahora la masa crítica que tengan de clientes no sea muy elevada».
En el caso de MásMóvil, la más consolidada en el negocio de energía en la industria de las telecomunicaciones, la cifra de clientes asciende a 180.000 y fuentes de la compañía apuntan a que el negocio tiene «una proyección enorme», ya que la electricidad es un servicio muy cercano al hogar del cliente y muy vinculado a la tecnología. MásMóvil desarrolla aplicaciones que ayudan al cliente a gestionar el consumo y ahorrar energía, al tiempo que no tiene los costes de estructura de las grandes empresas del sector.
Ese potencial parece haber animado a sus rivales directos -Telefónica y Vodafone- a seguirle, mientras que Orange de momento es el convidado de piedra en esta reunión, después de que en 2019 lanzara una prueba de concepto en torno a la energía para después descartar el proyecto. Posiblemente, la due dilligence que actualmente se está llevando a cabo para fusionarse con MásMóvil esté arrojando luz sobre el futuro del negocio energético en el grupo combinado.
Entrar con un socio es más seguro
San Félix aboga por evitar riesgos a la hora de dar el salto a otros negocios diferentes a los que vienen desarrollando tradicionalmente. A su juicio, es más fácil esta transición si se va de la mano de otras empresas que ya ofrecen esos servicios porque, aparte de aportar experiencia, permiten compartir inversión y, de esa forma, no arriesgar mucho dinero. Al final, opina, son apuestas que «no te van a mover la cuenta de resultados de España» y «algunas saldrán mal y otras, probablemente, bien». Por ello, es clave elegir bien los socios, sobre todo en el sector eléctrico, que «también es competitivo y si vas de nuevas, puedes tener problemas», alerta.
Este experto cree que Vodafone es el que va a asumir un riesgo mayor al no contar con otro aliado en el proyecto y también porque el posicionamiento de la compañía británica en España ha empeorado en los últimos años, y ahora se enfrenta a la dura competencia de Telefónica y del gigante resultante de la fusión de Orange y MásMóvil.
Sin embargo, fuentes cercanas a Vodafone explican que la opción de acudir solos a este mercado tiene como principal motivo el de eliminar intermediarios, con lo que puede controlar la operación y eso repercute en un mayor ahorro para sus clientes. De esa forma, carga un margen mínimo y constante en el tiempo, que no se ve afectado por las subidas del precio de la energía.